mario picazo

Mario Picazo: «Tenemos que empezar a pensar qué marcas son más sostenibles para marcar la diferencia»

La palabra ‘consecuencia’ relaciona un hecho con otro que de él resulta.

Según el satélite Grace Follow-On de la NASA, la Antártida pierde, cada año, el equivalente a un Everest de hielo. Se calcula que los hogares de 200 millones de personas estarán por debajo del nivel del mar en 70 años. Algunas zonas de la Amazonía han empezado a emitir más dióxido de carbono del que absorben. Avanza el clima extremo, los incendios, la desertificación.

Datos temibles, patrocinados por una humanidad que no cesa –no cesamos- de aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero y que, en los últimos años no ha parado de leer en los periódicos, ver en las pantallas, escuchar en boca de los expertos. Un sinfín de contextos distópicos a los que, paradójicamente, hemos tenido que añadir uno más para sentirlos como una consecuencia.

Fue el coronavirus el que nos hizo vivir el colapso y relacionó en nuestra mente globalizada todos los hechos de hoy con las decisiones de ayer. Nos referimos ya al virus como un punto de inflexión que nos hizo palpar la interdependencia, y también fue la reflexión de partida para cerrar una trilogía de investigación pre y post pandémica que puso en marcha al equipo el IV Estudio Marcas con Valores bajo el título La era de las consecuencias.

Porque la palabra consecuencia también se refiere –quizá de manera más evidente al usarse como adjetivo, consecuente–, a la relación de los principios que profesa una persona y su conducta y en un momento como el que vivimos ser reafirma la necesidad de ser coherentes con la forma de relacionarnos como consumidores-ciudadanos-personas para reescribir nuestro futuro.

«Tenemos que empezar a pensar en nosotros mismos y qué hacemos día a día, dentro de los hogares, pero también fuera, cuando viajamos, cuando vamos a un supermercado… qué marcas nos aportan los productos más sostenibles, más limpios, los que realmente van a marcar la diferencia». Así nos aporta la visión científica de la crisis en La era de las consecuencias Mario Picazo, meteorólogo y experto en cambio climático. 

 

Proyectos inspiradores como la última campaña de Wallapop con el lema «Lo hecho, hecho está» o líderes de marcas más conscientes como Adriana Domínguez nos hablan de una nueva forma de relacionarnos con el mundo desde nuestro consumo y nos demuestran que son y hacen, antes que parecer, para ayudarnos a cambiarlo.

Porque si la Tierra hablase un idioma con nuestras palabras hoy, probablemente, nos estaría diciendo: «Humanidad, atente a las consecuencias». De nosotros, y de nosotras, depende. 

Entradas relacionadas