El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, pone en valor en esta entrevista para 21gramos y Marcas con Valores el rol de las empresas a la hora de acelerar la consecución de los ODS y la reconversión industrial, y reivindica la necesidad de fortalecer alianzas en este escenario de incertidumbre y riesgos globales compartidos.
El quinto aniversario de los ODS llega en un momento de crisis sanitaria, económica y social mundial. ¿Qué impacto tiene el COVID en la implementación de esta Agenda? ¿Por qué es importante, ahora más que nunca, no relegarla a un segundo plano?
Es el quinto aniversario de los ODS y a su vez es la Década para la Acción; quedan 10 años para el cumplimiento de la Agenda 2030 y esta crisis sanitaria en la que nos encontramos nos está haciendo ver que la recuperación, para que sea eficiente, tiene que ser sostenible. La Agenda 2030, con sus 17 objetivos, tiene que estar más presente si cabe, ya que las empresas somos capaces de afrontar los grandes retos de la humanidad siendo sostenibles.
Un 86% de las empresas del Ibex 35 incluye en sus memorias un compromiso con los ODS. Sin embargo, esas declaraciones de intenciones deben traducirse en acciones concretas más ambiciosas y extenderse a todo el tejido industrial. ¿Qué rol juega el sector privado a la hora de acelerar el cumplimiento de los ODS?
El sector empresarial, junto con todas las personas que lo hacen posible, es el motor de un país y, por ello, las empresas juegan un papel fundamental a la hora de lograr las metas asociadas a los ODS. Desde hace tiempo, la empresa viene trabajando en los diferentes aspectos que cubren los ODS y, desde hace cinco años, esas acciones particulares se han convertido en objetivos globales, con los que podemos remar todos en la misma dirección. El sector privado tiene que servir de ejemplo para que todas las personas realicemos en nuestro día a día, con pequeños esfuerzos, cambios para ser más sostenibles. Con ello, no solo trataremos de alcanzar los objetivos, si no que lograremos dejar a las próximas generaciones un mundo como el que hemos conocido nosotros.
Siguiendo el lema de las empresas B Corp, «we need a better way of doing bussines», ¿qué nuevos liderazgos se necesitan para surfear los desafíos de la década 20-30?
El liderazgo que la sociedad asume a la hora de demandar, cada día más, servicios y bienes sostenibles, hace que desde el sector privado se venga ya trabajando en ese «mejor camino» desde hace mucho tiempo. Considero que las empresas, por sí solas, no pueden lograr cumplir está ambiciosa agenda, por lo que desde el sector empresarial consideramos que sería necesario aunar fuerzas con el Gobierno. Próximamente se contará con un Consejo de Desarrollo Sostenible, en el que los agentes sociales podremos trabajar juntos para lograr los desafíos de esta década.
La colaboración público-privada va a ser necesaria en la transición de las pymes hacia modelos más sostenibles
El covid ha puesto en riesgo la supervivencia de un gran número de empresas, muchas de ellas pymes. ¿Cómo animar a las pequeñas y medianas empresas a apostar por la transición hacia modelos más sostenibles, teniendo en cuenta que son el motor de la economía española (representan el 65% del empleo) y una fuente indispensable de bienes y servicios?
Sin duda es un reto importante, pero que debemos afrontar desde todos los frentes. Me refiero a que las empresas tienen que dar ese paso, pero en el caso de las pymes es más necesario el apoyo de la Administración. Por eso, más que animar, deberíamos hablar de ayudar. La colaboración público-privada va a ser necesaria en esa transición.
La pandemia ha obligado a cerrar las fronteras, con los impactos que esto ha conllevado sobre el comercio y el turismo. Además, durante el confinamiento, una de cada cinco empresas españolas tuvo que reducir su actividad por falta de suministros del extranjero. ¿Qué retos plantea la globalización post-covid? ¿Por dónde crees que debería empezar la reconversión de la industria en España?
Es difícil de saber. Estamos en un escenario lleno de incertidumbres, desde las sanitarias a las económicas. Esta situación puede generar movimientos geoestratégicos relevantes, que tenemos que afrontar con un plan, pero al mismo tiempo siendo conscientes de que tendremos que ser flexibles cuando sea necesario. En este sentido, para atajar los problemas que puedan surgir derivados de la globalización, un eje fundamental ha de ser más Europa. Tenemos que seguir trazando ese camino, porque cada Estado, por sí solo, lo va a tener difícil. En el caso de la industria, España necesita apostar por incrementar su peso hasta alcanzar o superar el 20% del PIB, desde el alrededor del 14% actual. Para ello, de nuevo es necesario que la Administración también haga una importante apuesta por el sector, sin perder de vista que es un proceso que hay realizar también desde la perspectiva de la sostenibilidad.
Para atajar los problemas derivados de la globalización, un eje fundamental ha de ser más Europa
El 30% del presupuesto del Plan de Recuperación europeo irá destinado a la transición ecológica. ¿Qué oportunidades ofrece una recuperación verde en España en el terreno tanto de los mercados como de las inversiones?
Muchísimas. Es un vector importante por el que hay que apostar. En CEOE hemos creado precisamente con esta idea una Oficina Técnica de Apoyo para Proyectos Europeos para el reparto de los 140.000 millones de euros de fondos europeos que le corresponden a España para la reconstrucción. Su misión será actuar como una ventanilla para las empresas y organizaciones empresariales, a fin de ofrecer información completa y actualizada sobre los fondos europeos y su aplicación en España. Pues bien, esto debería dar lugar a la materialización en último término de muchos proyectos empresariales con vocación ‘verde’ siguiendo los principios inspiradores con los que ha puesto en marcha la UE estos fondos.
Algunos economistas hablan de una vuelta al keynesianismo. En el contexto actual, ¿qué importancia adopta la cooperación público-privada a la hora de perseguir y garantizar el Estado de Bienestar?
Lo vengo diciendo. Nos encontramos ante un panorama en el que hay que salir adelante poniendo sobre la mesa todo el gasto necesario que no comprometa de manera estructural las cuentas públicas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los recursos son finitos, por lo que hay que sumar fuerzas. Desde esta perspectiva la colaboración público-privada es indispensable para generar efectos multiplicadores que nos permitan llegar lo más lejos posible en la creación de incentivos a la actividad y en la protección de quienes más lo necesitan.
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