EMPRESA FAMILIAR: EL VALOR DEL LEGADO

Una empresa familiar es una actitud. Cada generación, mediante la transmisión de sus valores, escribe un capítulo de su historia.

La empresa familiar parte de un concepto casi doméstico y se extiende hasta ser el tipo de compañías con más presencia en España y el mundo. Se estima que 1,1 millones de empresas son familiares en nuestro país, el 89% sobre el total. Sus características arraigadas en la visión compartida por una familia empresaria convierten a este tipo de compañías en el mayor generador de empleo en España, tal y como explican en el Instituto de Empresa Familiar (IEF).

Actualmente, crean el 67% del empleo privado, con un total de más de 6,58 millones de puestos de trabajo y son responsables del 57,1% del PIB del sector privado.

Su relevancia traspasa fronteras y son las organizaciones con más volumen de facturación y creación de empleo a nivel global. Según los datos del IEF, se estima en la Unión Europea hay 17 millones de empresas de este tipo, que generan 100 millones de empleos. En otro mercado referente como Estados Unidos, las empresas familiares ocupan el 80% del entramado empresarial y generan el 50% del empleo privado.

Desde el IEF, enumeran los factores de éxito: tradición y continuidad, calidad, flexibilidad, planificación a largo plazo, buen entendimiento familiar, responsabilidad social y afán por innovar y emprender. Pero, sobre todo, el legado de valores, en el que se implican sus miembros en primera persona, hasta el punto de que el dueño pone en juego su propio honor. Una empresa familiar es, en definitiva, una actitud, una forma de ver las cosas que no acaba cuando termina la jornada laboral.

Durante una ponencia para el máster Global Executive MBA Mariano Puig, presidente de la firma internacional de perfumería Puig, de origen catalán, definió una de las virtudes fundamentales de la empresa familiar: «Tienen una identidad y una biografía en común. Comparten una narrativa, unos valores relativos al propósito empresarial, y el planteamiento para construir el futuro». Dio algunos ejemplos: «Muchas de las empresas punteras a escala global están controladas o dirigidas por familias. Piénsese, por ejemplo, en Ford, BMW, The New York Times, Corning Glass, Mars, Cargill, Henkel, y Wal-Mart. En nuestro sector, moda y perfumería, podríamos citar a Estée Lauder, Hermes y Chanel. Todas ellas son empresas familiares de primera fila, en las que los propietarios están implicados activamente tanto en labores de gobierno como de dirección».

Y finalizó aseverando: «Esta identidad compartida y los valores que de ella nacen se hallan en el núcleo mismo de las compañías creadas por familias emprendedoras. Estas familias saben cómo construir un entorno de trabajo en el que tanto el personal como los ejecutivos se sienten como miembros adoptados de una familia extensa».

 

Artículo de Luis Meyer para el especial “Co-Inspiremos” de Ethic y Marcas con Valores. Obtén la revista completa solicitándonosla aquí. Puedes leer más sobre empresas familiares, en nuestro artículo «El secreto de la eterna juventud»

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