ECONOMÍA CIRCULAR: CONTEXTO E INICIATIVAS

En Europa cada persona genera al año 500 kilos de residuos, de los cuales se reciclan eficazmente poco más de un tercio. El tratamiento de dichos residuos mediante modelos de economía circular supondría anualmente para la U.E  un beneficio de 600.000 millones de euros y la creación de más de 1 millón de nuevos empleos. En este sentido España, aunque de forma incipiente, pretende subirse al carro de la sostenibilidad tanto a nivel autonómico, como nacional, estableciendo alianzas con el sector privado e impulsando ideas innovadoras.

Según el crecimiento exponencial de los últimos años, para 2050 se espera que la población mundial alcance los 9.500 millones de personas, de las cuales un 70% vivirán en ciudades. El actual modelo de consumo no será capaz de abastecer eficazmente la demanda de productos y servicios de todas estas personas dentro de los límites planetarios, por lo que resulta indispensable pasar a un modelo más respetuoso con los recursos materiales. Además, el abandono paulatino de los combustibles fósiles por otras energías más limpias se torna como premisa indiscutible para no agravar el cambio climático.

El gran reto al que deberán enfrentarse las generaciones futuras será dar una respuesta contundente a los problemas demográficos, medioambientales y sociales que tiene actualmente la humanidad; en este contexto surge la economía circular.

¿Qué es la Economía Circular?

Este modelo económico persigue abandonar el actual sistema de producción lineal basado en extraer, fabricar, y desechar, ya que resulta obsoleto e ineficiente para las necesidades de un mundo globalizado e interconectado, por un sistema circular en el que el valor de los productos y materiales se mantenga durante el mayor tiempo posible, impulsando su reciclaje y reutilización.

“La Economía Circular es un nuevo modelo de producción y consumo basado en el diseño regenerativo”, explica Elena Ruiz, Proyect Manager de Forética experta en Economía Circular y Responsabilidad Social Corporativa. “El diseño regenerativo persigue que el ciclo de vida de los productos, y de sus componentes y materiales, sea el mayor posible; consiguiendo de esta forma un mejor uso de dichos productos y una reducción tanto de la extracción de materias primas, como de la contaminación derivada de los residuos materiales”.

Europa coge las riendas

En este sentido la U.E lanzó en diciembre de 2015 un Paquete de medidas sobre Economía Circular que tiene como objetivo contribuir a cerrar el círculo de los ciclos de vida de los productos a través de un mayor reciclado y reutilización, y aportar beneficios tanto al medio ambiente como a la economía, mediante el fomento del ahorro energético y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El paquete está centrado en 5 sectores prioritarios:

  • plásticos
  • desperdicio alimentario
  • residuos de la construcción y la demolición
  • biomasa
  • materias primas críticas.

La U.E respaldó estas medidas en eI I Congreso Mundial sobre Economía Circular celebrado el 5 y 6 de junio de 2017 en Helsinki (Finlandia), demostrando que esta nueva forma de consumo ha llegado para quedarse. Al acto asistieron más de 1500 personas, entre las que se encontraban representantes de 105 países y numerosas figuras del sector empresarial.

Una de estas figuras fue, Quentin Drewell, director de economía circular de Accenture, quien mostró un estudio sobre los beneficios que supondría pasar de la actual economía lineal a una economía circular. “Para 2030-citó Drewell- se estima que el aporte del modelo circular a la economía mundial sea de 4,5 billones de dólares, incluyendo la generación de puestos de trabajo, la reducción de costes operativos y de consumo de energía, y una mejora de la competitividad”.

Por otro lado, la U.E defendió su Paquete de medidas sobre Economía Circular diciendo que, “la puesta en marcha de los paquetes supondrán para 2030 un incremento del 8% anual en el volumen de negocio de las empresas europeas y un ahorro neto anual de 600.000 millones de euros, la creación de más de 1 millones de nuevos empleos, una reducción anual de los gases de efecto invernadero del 2% y 4%, la incorporación de nuevas tecnologías, protección de los recursos naturales y una mayor calidad de vida y salud de los ciudadanos”.

Para 2030 se estima que el aporte del modelo circular a la economía mundial sea de 4,5 billones de dólares, incluyendo la generación de puestos de trabajo, la reducción de costes operativos y de consumo de energía, y una mejora de la competitividad”.

El Paquete de medidas sobre Economía Circular impulsado por Europa ya está dando resultados. Bruselas aprobó en Enero de 2018 la primera estrategia europea sobre plásticos que, entre otros objetivos, pretende que para 2030 todos los envases sean reciclables. Asimismo, también se busca reducir el consumo de plásticos de un solo uso y restringir el uso de microplásticos.

El vicepresidente de la Comisión Europea Jyrki Katainen, responsable de empleo, crecimiento, inversión y competitividad, manifestó que: “Con nuestra estrategia sobre los plásticos, estamos sentando las bases de una nueva economía del plástico, circular, al tiempo que orientamos la inversión en la misma dirección. Esto nos ayudará a reducir los residuos plásticos en tierra, mar y aire y ofrecerá nuevas oportunidades para la innovación, la competitividad y el empleo”.

España da sus primeros pasos

Aterrizando en España, el desarrollo de la economía circular a nivel político es todavía incipiente. El Ministerio de Transición Ecológica, anunció que se está trabajando en una Estrategia Española de Economía Circular, noticia que da respuesta al Paquete de Medidas de la U.E y que, en principio, debe ser extendida a todos los Estados Miembros.

España, adelantándose a está trasposición, inició la elaboración del plan estratégico anteriormente comentado; no obstante,de momento, no tendrá carácter de ley.

–>Leer el borrador Estrategia Española de Economía Circular para información pública febrero 2018

Teresa Ribera, Ministra Para La Transición Ecológica, lo tiene claro: «La economía circular y las medidas contra el calentamiento global deben conectar en un punto: la inteligencia con la que debemos utilizar los recursos, que son limitados».

Otro paso adelante fue dado a través de la Declaración de Sevilla por la Economía Circular. La capital andaluza acogió a 60 ayuntamientos de toda España y de Europa, los cuales se comprometieron a refrendar un texto a favor del desarrollo sostenible de las ciudades, el cual resalta la necesidad de llevar a la práctica modelos y prácticas de economía circular y sostenibilidad ambiental desde las administraciones locales; haciendo especial hincapié en la colaboración público-privada.  Ciudades como Sevilla, París, Turín, Vigo o Toledo son algunas de ellas.

Logroño referente

Entre los ayuntamientos firmantes, destaca Logroño. Ya en los 90, la ciudad riojana fue consciente de la importancia del desarrollo sostenible y de los problemas derivados de la economía lineal.  Apostó por la senda de la sostenibilidad y actualmente goza de un modelo que ha reducido los residuos a 1 kilo por persona y que da trabajo a más de 500 logroñeses.

“La economía circular es una filosofía de gestión en el mantenimiento de la ciudad, está dentro de nuestro ADN -comenta Jesús Ruiz Tutor, concejal de Medio Ambiente de Logroño- en el año 1995 iniciamos el proceso de reconversión de La Rioja, siendo conscientes del problema que suponía el `medio ambiente marrón´, no podíamos tirar por la puerta de atrás lo que nos sobraba, sino que había que reintroducirlo de nuevo en el circuito económico y así aprovechar al máximo los materiales”.

Iniciaron la recogida selectiva de residuos, cerraron los vertederos y crearon ecoparques. Allí, materiales como el papel, cartón, vidrio, plásticos, metería orgánica, aceites vegetal e industriales, o incluso materiales de construcción, son separados, valorizados y procesados. Una vez terminado el proceso, estos productos reciclados se venden como materia prima a otras empresas, o son utilizados en el mantenimiento de la ciudad, como en el caso del papel, el cartón o el compost.

A la vanguardia europea: The Circular Lab

Debido a los buenos indicadores ambientales de Logroño, Ecoembes decidió establecer y crear junto con el Ayuntamiento de la ciudad el primer laboratorio de Europa dedicado íntegramente a la economía circular: The Circular Lab.

Este centro de investigación inaugurado en mayo de 2017 realizará multitud de proyectos relacionados con el ecodiseño, gestión de materiales, soluciones finales, entre otros. Logroño, servirá como un laboratorio vivo en donde probar la operatividad de los proyectos que se realicen en el laboratorio, estableciendo una relación sinérgica.

Además, The Circular Lab también sirve como incubadora para proyectos de empresas externas, prestando su conocimiento para consolidar e impulsar los mismos.

Marcas que apuestan por la economía circular

La Economía Circular no solo incumbe al panorama político. Las empresas también tienen que ser partícipes de la solución.

En este sentido aparecen proyectos muy innovadores, con la economía circular como esencia y objetivo:

  • CM Plastik, empresa valenciana que da una segunda vida a los productos de origen plástico transformándolos en mobiliario urbano;
  • Neoelectra, empresa catalana que recupera C02 mediante cogeneración, biomasa y biogás.
  • Signus, organización sin ánimo de lucro creada por las principales marcas de neumáticos y que centra su actividad en el reciclaje de los propios neumáticos utilizando sus materiales para crear pistas deportivas, relleno para campos de futbol, asfaltado de calles y carreteras, o generación de electricidad.
  • Zicla, dedicada a desarrollar productos de mobiliario urbano a partir de materiales reciclados.

Del mismo modo, muchas empresas buscan implementar sistemas de recuperación de recursos a nivel interno que permitan aprovechar residuos como materias primas, extender la vida útil de los productos, ecodiseñar los mismos, repararlos o pasar de vender productos a alquilarlos como un servicio. Varios ejemplos:

  • Grupo Eroski con su propia planta de retorno de envases y embalajes de Elorrio.
  • Ikea con “Salvemos los Muebles”, iniciativa que permite vender los muebles usados
  • Tetra Pak utilizando el 50% de sus residuos para fabricar embalajes o tacos para palés y reciclando junto con Ecoembes el 77,5% de los envases de cartón para bebidas utilizados en España, permitiéndoles introducir en el mercado más de 100.000 toneladas de fibra de papel.
  • Patagonia con su campaña Worn Wear motivando a los clientes a aumentar el crecimiento de vida útil de sus prendas motivando y facilitando la reparación de las mismas.
  • Mud Jeans con su programa Lease A Jean ofrece a sus clientes la opción de alquilar sus vaqueros por una año con una serie de ventajas: puede cambiar sus tejanos por unos nuevos, repararlos, quedárselos o devolverlos después de su uso.
  • Lego, con sus productos diseñados para que tengan una vida lo más larga posible.

ODS Cubiertos

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Foto: Alex Pearson

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