Diarios de un reencuentro

Queridos amigos,

Hace escasas semanas compartíamos con vosotros el III Estudio Marcas con Valores, invitándoos a comenzar una reflexiva lectura bajo un título tan premonitorio que hoy cobra más fuerza que nunca: «Hablemos de distopía».

Porque distópico es vivir en el presente un futuro inasumible, una realidad que supera a la ficción. Y parece que esa realidad ha llegado.

Ahora es el tiempo de las personas. Algunos llevamos mucho tiempo poniendo todo nuestro esfuerzo y sumando voluntades para humanizar un sistema que anteponía el capital al progreso para todos, que explotaba los recursos naturales ignorando los límites del planeta, que compatibilizaba los inmensos beneficios de unos pocos con las calamidades de muchos y que hacía un uso hedonista de la tecnología sin poner el foco en su total capacidad transformadora.

Desde 21gramos y Marcas con Valores queremos, hoy más que nunca, reivindicar nuestro propósito corporativo, hacerlo extensible y compartido con todas las personas, clientes, proveedores, colaboradores y amigos que nos seguís en nuestras redes, conocéis nuestra trayectoria y nos ayudáis a hacer posible nuestro proyecto empresarial.

Si hasta ahora trabajábamos incansablemente para co-construir una sociedad más justa, humana y sostenible, ahora redoblaremos esfuerzos, contigo y con todos. Sin necesidad de revisar nuestro propósito, reajustaremos los planes de actuación para seguir más que nunca y con todo nuestro empeño colaborando, innovando y facilitando el cambio o la ya necesaria reconstrucción del sistema.

Aunque resulte paradójico, el coronavirus puede ser ese meteorito que elimine de la faz de la tierra los excesos del sistema caído. Desde una postura épica, surrealista si se prefiere, podemos ver al Covid-19 como ese redentor justiciero que nos pone en nuestro sitio con un castigo demoledor pero que, a la vez, nos ofrece la oportunidad de renacer, una vez se disipe la nube de cenizas, con fuerza regenerativa. ¡Juego revuelto!

A pesar de la paralización obligada, ahora es un momento clave para repensar, pero también para actuar

Podemos quedarnos de brazos cruzados o retomar la perentoria llamada de la COP25: «Es tiempo de actuar». A pesar de la paralización obligada, ahora es un momento clave para repensar, pero también para actuar. Actuar con profunda perspectiva colaborativa, tomando las decisiones paliativas de la catástrofe desde la cooperación y la empatía, anteponiendo el «nosotros» a la salvaguarda del «yo», comprendiendo que todos somos ahora vulnerables, pero, de nuevo, unos más que otros.

La coherencia de nuestros actos y decisiones en tiempos difíciles marcarán de nuevo la consistencia y validez de nuestros valores.

Ahora es tiempo de liderazgo, inclusivo, valiente y facilitador, que entienda la Política, con mayúsculas, como ese arte virtuoso de organizar el entorno en el que nos ha tocado vivir. Aquella que no se encasilla en ideologías, sino que se centra en el bienestar de las personas. Aquella que en ningún caso es territorio exclusivo de los políticos, sino que se ejerce desde todas las esferas públicas o privadas.

Ahora es el tiempo de la humanización de la tecnología, capaz de acercarnos, de acortar las distancias físicas y convertir el espacio digital en un espacio de encuentro, innovación, creatividad y eficiencia. Incrementar las competencias tecnológicas y reducir la brecha digital cobra vital importancia en un mundo que definitivamente se decanta por la humano-digitalización.

Ahora es el tiempo de la corresponsabilidad, de afrontar los megadesafíos entre todos y sin demora, de no dejar a nadie atrás y de asumir la responsabilidad individual con amplitud de miras, con generosidad y con espíritu colectivo constructivo. Rompamos de una vez por todas el círculo de la culpa y hagamos más de lo que nos toca a cada uno.

Ahora es tiempo para sufrir, pero también tiempo para soñar, para empezar a pensar en la redefinición de una sociedad que ahora se tambalea al límite y que nos impide prever los daños estructurales y tensiones profundas a las que está siendo sometida. Debemos ser capaces de proyectarnos en la luz del final del túnel, por muy largo que sea, y diseñar el futuro antes de salir del presente agónico.

Repensemos cómo queremos redibujar y reconstruir nuestro mundo. Juntos, saldremos de esta (aunque, por ahora, #YoMeQuedoEnCasa).

Un abrazo y mucho ánimo,

Marta González-Moro
CEO de 21gramos e impulsora de Marcas con Valores

P.D.: Si todavía no has leído el III Estudio Marcas con Valores, ahora más que nunca, cada una de sus reflexiones pueden ser una fuente de co-inspiración. Todo tuyo aquí.

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