La movilidad necesita ideas revolucionarias que le permitan evolucionar al mismo ritmo que los retos ambientales. La primera edición de #AyvensTalks, organizada por la compañía líder en soluciones de movilidad sostenible, reunió en un nuevo formato a varios expertos para explorar cómo el espíritu emprendedor puede derribar las barreras que frenan la adopción masiva de vehículos eléctricos.
Si llenásemos una sala de cientos de personas, cada una con su historia, contexto y visión de cómo es –o debería ser– el mundo y preguntáramos cuántas han fantaseado alguna vez con emprender para hacerlo mejor, serían pocas las manos que se quedarían sin alzarse. En cambio, si quisiésemos saber cuántas de ellas han materializado ese deseo, la habitación se quedaría casi vacía de brazos en alto. Imaginar es una aventura común; lanzarse a hacer tus ideas una realidad, no tanto.
Actualmente en España, tan solo una de cada diez startups consiguen superar los tres primeros años de vida. Sin embargo, en un contexto en el que el cambio climático avanza veloz, dar con nuevas ideas para responder a los grandes retos ambientales de nuestro siglo –una movilidad más sostenible, la eficiencia energética o un aire más limpio– es cada vez más necesario.
La innovación es un must en esa transición energética. Pero ¿cómo nos lanzamos a la piscina si no sabe cómo de profundo es el fondo? Esa es precisamente la pregunta que Ayvens, líder en movilidad sostenible, ha abordado en la primera edición de #AyvensTalks, una nueva serie de charlas inspiradoras con las que busca seguir impulsando ese espíritu transformador en busca de alianzas por una nueva modalidad. En esta nueva cita, bajo el título #AyvensTalks: inspirar la nueva movilidad y moderada por David Henche, responsable de comunicación externa y ESG de Ayvens España, varios expertos y emprendedores analizaron el papel clave que juegan las pequeñas empresas en el cambio de paradigma de la industria de la automoción.
«La transición energética y la descarbonización de la movilidad son una revolución. La pregunta es: ¿hasta qué punto pueden hacerla los actores que están en el sector?», planteaba Antonio Cruz, director comercial y de marketing de Ayvens España. «Necesitamos ideas disruptivas que provoquen esa revolución, y esa es una de las razones por las que estamos teniendo esta conversación: es absolutamente crucial estar en contacto con aquellos que tienen ideas frescas y distintas, porque de ahí es de donde vendrá el cambio».
Un buen ejemplo de caso de éxito es el de Velca, la marca española que está conquistando Europa con sus motocicletas y ciclomotores impulsadas por una batería extraíble que puede cargarse en cualquier enchufe doméstico. Su creador, Emilio Froján, utilizó el caso de la compañía para desmitificar algunas falsas creencias alrededor del emprendedor y demostrar que el emprendimiento en movilidad electrificada es uno de los pasos hacia el futuro. Aún hay mucho por hacer: empezamos a hablar de la movilidad electrificada hace al menos una década y, sin embargo, ahora mismo, solo el 3% del parque español de motocicletas es totalmente eléctrico; a la vez, en 2023 el porcentaje de venta de coches eléctricos en nuestro país no supera el 5,4%.
«Emprender no es cuestión de suerte, es un oficio y hay que trabajarlo. Y lo que es más importante: no podemos innovar sin preguntarle a la gente qué quiere», puntualizaba el CEO de Velca en el inicio de su charla inspiradora para esta primera edición de #AyvensTalks. Utilizó su caso como ejemplo en primera persona de por qué hay que levantar la cabeza de la mesa y ver qué ocurre alrededor: la marca casi nace como una empresa de motocicletas eléctricas con una app complementaria para dar datos de consumo a los conductores de estos vehículos. Sin embargo, Froján decidió preguntar a sus potenciales clientes qué era lo que les echaba para atrás a la hora de comprarse un vehículo electrificado y la respuesta fue clara: no les importaba la aplicación móvil, sino la escasez de puntos de carga. Ahí nació el cambio.
Emprendimiento, sinónimo del aprendizaje compartido
No resulta sorprendente que entre emprender y aprender solo haya dos letras de diferencia. La evidencia demuestra que el ensayo y el error es la definición por excelencia del emprendimiento. Por eso, en este diálogo, la escucha fue uno de los puntos centrales del debate: los ciudadanos y el mercado tienen mucho que contar, y las grandes empresas tienen la oportunidad de apostar por emprendedores que aporten frescura al mercado. Concretamente, solo en lo que llevamos de año se han matriculado más de 100 nuevas marcas de motos eléctricas frente a 79 marcas de motos de combustión.
Pero ¿por qué entonces, mientras los vehículos electrificados en Europa rozan una cuota de mercado del 20%, en el caso español el porcentaje es tan pequeño? La ecuación es compleja: existe una gran demanda de vehículos electrificados, hay espacio para la oportunidad de negocio, pero todavía hay muchas barreras –administrativas, financieras y culturales– para dar el salto definitivo.
«Para conseguir esa esperada curva de crecimiento hay que contar con agentes claves y estructuras mucho más ágiles que nos permitan hacer ese trabajo de validación con el mercado y entender qué es lo que hace falta», apuntaba Pablo Suárez, CCO de Full&Fast, una startup que busca flexibilizar el acceso a la electricidad mediante el alquiler de sistemas de acumulación de electricidad portátiles para hacer frente a la escasez de puntos de carga, uno de los grandes retos del sector de la movilidad limpia.
En este sentido, para construir sobre cimientos ya existentes, continuó Suárez, «hay que tener humildad y reconocer que hay buenas ideas de la competencia»; es decir, apostar por el aprendizaje compartido. Una idea que también secundó Antonio Cruz, quien insistió en la importancia del nuevo contexto. «El campo de juego es distinto porque están entrando a colaborar competidores que hasta ahora estaban “vetados”: si no eres capaz de establecer alianzas con vocación de futuro, lo tienes mucho más difícil».
Para Adriana Fernández, representante de Mobility City, una iniciativa de Fundación Ibercaja para impulsar el debate sobre nueva movilidad y la transformación de las industrias y sectores asociados, es fundamental la mentorización: «Hay ideas brillantes en torno a la movilidad y una necesidad muy importante de concienciación en cuanto a electrificación, por lo que necesitamos alianzas estratégicas entre las empresas más establecidas y las startups, pero también la administración pública, para remar todos al mismo punto».
Ingredientes para fomentar un talento innovador
A la hora de adquirir vehículos eléctricos, el precio aún elevado sigue siendo prohibitivo para muchas familias. A eso se suman las dificultades burocráticas de la administración pública a la hora de obtener ayudas económicas y el desarrollo de infraestructuras que, junto a la sobrerregulación, son los principales factores, desde el punto de vista de los ponentes, que lastran la innovación en este mercado.
A nivel internacional, la situación de nuestro país en términos de movilidad electrificada también llama la atención. De hecho, el año pasado, la consultora PwC puntuó a España en su estudio eReadiness sobre el nivel de desarrollo del mercado de electromovilidad con 2,2 –siendo el uno «poco preparado» y el 5 «muy preparado»– a partir de 14 indicadores agrupados en cuatro grandes dimensiones: ayudas públicas, infraestructuras, situación de oferta y situación de demanda.
La solución viene de la mano de mayores redes de colaboración entre empresas y administraciones. «No podemos entender el avance si no hay una colaboración público-privada. Es básico a todo nivel y más en un mundo tan colaborativo como en el que estamos ahora», resumió Antonio Magraner, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) de Madrid. «En España, la velocidad a la que va el sector privado está a años luz del público. El sector público legisla tan tarde que, cuando lo hace, ya está obsoleto en el privado. Hay un desfase importantísimo».
De hecho, desde la propia Federación, destacó Magraner, trabajan a diario para ayudar a los emprendedores a involucrarse de lleno en el mercado de la movilidad electrificada para conseguir esa esperada curva que convierta el vehículo eléctrico en una normalidad. Por ello, como destacó en su intervención, han lanzado un programa de mentorizaje que conecta las ideas de jóvenes emprendedores con una empresa madrina de más de veinte años de experiencia en el sector, para que puedan beneficiarse de ese aprendizaje compartido y aprender a no cometer los mismos fallos descubriendo sus propias virtudes. Y es que, con una legislación que rema hacia la prohibición de vender coches con motor de combustión a partir de enero de 2035, el tiempo corre.
Otra de las grandes conversaciones en esta primera #AyvensTalks durante la ronda de preguntas del público fue el conocido Plan MOVES. La estrategia puesta en marcha por el Gobierno en 2021 con el objetivo principal de incentivar la venta de vehículos eléctricos con ayudas de hasta 7.000 € sigue despertando reticencias en el sector y en la ciudadanía por cuestiones fundamentalmente burocráticas: las ayudas se entregan a posteriori y no en el momento de la venta, su aplicación depende de cada comunidad autónoma y, en muchas ocasiones, son los propios vendedores quienes tienen que solicitarlo.
«El programa está planteado de tal forma que desincentiva la compra porque tiene un volumen burocrático asfixiante. Si nos fijamos en nuestros vecinos, Portugal y Francia tienen una penetración de mercado más alta que nosotros a pesar de que no somos tan distintos y eso es porque sus incentivos son inmediatos y universales», destacó Emilio Froján, CEO de Velca. De hecho, desde la marca, lanzan anualmente su propio plan, llamado Velca MOVES, con el que entregan ayudas directas de hasta 4 millones de euros y complementarias a las ayudas del Gobierno para demostrar que otro sistema es posible (y mucho más efectivo).
Lo que está claro es que todavía queda mucho por hacer. Las bonificaciones y ayudas son fundamentales, pero debe construirse, en palabras de Antonio Cruz, algo mucho más sólido y sostenible alejado de la «visión puramente penalizadora de las administraciones». Esto requiere, una vez más, de ese trabajo entre todos los agentes sociales en una especie de emprendimiento global: «Tenemos que ser capaces de poner algo encima de la mesa, algo que tenga sentido para el consumidor, para las empresas y también para las instituciones públicas», concluía. Que levante la mano quien se atreva a conseguirlo.