TALENTO TECNOLÓGICO: LA ÉLITE SIN CORBATA

Las empresas tecnológicas tienen un reto constante: mantener el talento entre sus filas. Pero, ¿cómo lo hacen? ¿Qué buscan los genios del mundo 2.0 cuándo tienen una oferta de trabajo?

El 19% de las vacantes ofrecidas en Infojobs en 2015 iban destinadas a profesionales informáticos o de telecomunicaciones, convirtiéndose en la categoría profesional que más crecía.

Viendo estas cifras lo entendemos todo. Las empresas demandan perfiles tecnológicos, pero lo que les ofrezcan a cambio tiene que ir más allá de lo meramente económico.

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Las cosas del destino nos llevaron al evento celebrado por KeepCoding en el Google Campus de Madrid. Y hemos de reconocer que el contenido de dicho evento nos sorprendió, ya que dejaron de un lado el debate de si usar ember o angular y hablaron sobre qué valoran los desarrolladores a la hora de optar por una empresa u otra.

Términos como “pasión”, “retos” o “flexibilidad” ocuparon todo el debate, dejando claro que buscan un trabajo que cada día les suponga crecer, que les motive, que les guste. Pero, ¿no deberían ser así todos los trabajos?

>Diferencias con otros sectores aparte, muchos de los allí presenten hablaron de que, más que empresas, buscan proyectos. Un artículo de Forbes que habla sobre cómo retener el talento tecnológico, destaca que “Los empleados están cambiando y los empleadores deben hacerlo a la vez. Un empleado no sólo se retiene con un buen sueldo, sino que, en el caso de la tecnología, además hay que incentivarle con activos como la rotación entre proyectos, la formación interna y las posibilidades de crecimiento dentro de la empresa”.

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Valores como el compañerismo están muy presentes, ya que cuando se trata de crear y dar forma a las ideas, cuatro manos programan más que dos. Sin embargo, las empresas se encuentran en la tesitura de dar la flexibilidad que este colectivo profesional demanda sin caer en una falta de productividad, ya que si todos teletrabajan, ¿dónde hay lugar para el trabajo en equipo?

Herramientas como Trello o Slack están entre sus preferidas, sin embargo, donde haya un futbolín y un rato para dispersar la mente, que se quede fuera todo lo demás. Porque hoy en día las oficinas de Google no son una excepción, sino un ejemplo que han seguido miles de empresas que hacen de sus lugares de trabajo un entorno amigable y con espacio para el ocio entre colegas.

Una cosa quedó clara: “No nos gustan las corbatas”.

Y ahora nos pasamos al otro bando, porque todo esto es un “win-win”. ¿Qué buscan las empresas de ellos?

«En los candidatos buscamos no sólo el liderazgo personal, la autonomía, la pasión por ganar, agilidad, sino que sean business owners, es decir, que se sientan dueños del negocio, de sus proyectos, planes y acciones», destaca Hernán Shinji, director de Recursos Humanos de P&G en un artículo del periódico argentino La Nación.

Para paliar la diferencia entre lo que buscan unos y otros, las empresas son creativas. Un ejemplo de ello lo encontramos en Babel, una empresa tecnológica donde la edad media de sus empleados es de 29 años y que comparte una cultura en la que no existen jefes ni subordinados.

Como cuentan en su web: “El mejor ejemplo reside en que los beneficios mensuales que genera la compañía, es decir el resultado del trabajo de todos, se reparte a partes iguales entre sus trabajadores y sus propietarios”. Además, destacan que la formación es muy importante, ya que es una forma más de demostrarles cuanto los valoras.

Y sí, hablamos en masculino porque, como indica Pilar López, Presidenta de Microsoft Ibérica, en El Mundo, “en España las mujeres representan el 18% de los profesionales de la industria de la tecnología y que sólo el 19% de los trabajadores del sector TIC tiene a una mujer como jefe”.

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Lo que sin duda es un error, ya que, según el estudio «Mapa del emprendimiento de 2016» realizado por la plataforma Spain Startup, las startups lideradas por mujeres tienen más éxito. Incluso, dentro de este ámbito, el fracaso es del 48% frente al 66% de las de los hombres.

Contra estas cifras trabajan asociaciones como Mujeres Tech, cuya misión es aumentar la presencia femenina en el sector digital, desarrollando programas para formar a niñas, jóvenes y mujeres en este ámbito.

Jaume Gurt, Director de Organización y Desarrollo de Personas en Schibsted Spain, se muestra convencido acerca de la forma de entender la cultura corporativa en las empresas tecnológicas, de hecho se atreve a afirmar que a medio plazo crecerán aquellas “más planas”, es decir, las que se centren en exprimir el jugo a la inteligencia colectiva antes que la individual y que sean capaces de generar entornos productivos compartidos, y augura que «ganarán el mercado a aquellas que no se adapten a estos cambios».

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